lunes, 26 de noviembre de 2012

REFLEXIONES DE UN EX-PROFESOR DE LA INSTITUCIÓN.


 “EN TU ANIVERSARIO”

    Si la cultura es la forma de vida de un pueblo (COHEN) y la interculturalidad define el modelo de la sociedad, la pregunta es ¿A dónde vamos? Porque en la vida actual lo que más nos identifica es la falta de justicia, la corrupción, la anarquía; en fin, la falta de valores de una sociedad que naufraga.

     Hoy, se nos ha sembrado una nueva duda: ¿está equivocada la escuela formadora de formadores? ¿Es correcto utilizar la huelga, las marchas y plantones, las conductas bárbaras y violentas como medios de luchas? ¿El fin justifica los medios?

     Por empatía, creo que no ¡nunca! es prudente concientizar el modelo de lucha para que ¡sean los medios los que justifiquen el fin!

    Este es el momento de reencauzar los fines de la sociedad y es la escuela el mejor instrumento para el cambio, volver los ojos a la educación humanista basada en la formación de valores.

     La vida, la libertad, la justicia, la democracia y los derechos humanos deben dejar de ser meras referencias para ser verdaderos principios, virtudes que identifiquen la formación humanista ¡vivir para servir!

     Un día, la vida me permitió convivir con dos extremos económicos de la sociedad, los que tienen mucho y los que carecen de casi todo, en los dos lados encontré respeto y entrega al trabajo, aunque en la mayoría de los productos realizados por los acomodados eran de rasgos sobresalientes, en tanto que los otros en general solo eran suficientes, y poco a poco descubrí la razón fundamental, que no era el recurso monetario sino ¡el proyecto de vida! Los primeros cumplían para escalar en tanto que los segundos solamente cumplían.

     Creo necesario decir que la apreciación es en general, porque en lo individual encontré sujetos contrarios, sin embargo aprovechando esta observación diré que ¡hace mucha falta crear en el alumno un modelo de vida, un proyecto de futuro, una meta que guíe sus esfuerzos por el porvenir!

     Porque si junto a él, conviven el obrero, el técnico, el burócrata y el asalariado ese será su modelo de futuro ¿quién mejor que la escuela será capaz de mostrarle nuevos horizontes?

    La familia y la escuela son el espacio donde el futuro se construye en el presente al adolescente se le debe enseñar a tomar decisiones con libertad sin olvidar que la libertad exige el conocimiento más completo posible de las consecuencias de dicha decisión. Formar valores en la escuela es crecer, madurar, elevar nuestra autoestima, reconocer las virtudes de nuestra cultura, respetar el medio ambiente, desarrollar nuestro espíritu crítico y aprender a ser útil a nosotros mismos y a nuestros semejantes es un acto de amor a la humanidad.

    ¡Felicidades a mi Escuela Secundaria Federal Número 3 de Morelia, en ella aprendí y viví este pensamiento que rige mi vida con amor!

 

GILBERTO GARCÍA REYNEL

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